El argentino cayó ante el español en el tercer round por decisión del árbitro, ya que el plantense tuvo una herida en la nariz que no paraba de sangrar.
Aunque en un combate profesional esto no habría sido motivo para detener el combate, el árbitro paró la batalla debido a que Momo tenía una herida en la nariz que no paraba de sangrar.
El combate empezó con un Viruzz arrollador que parecía que iba a acabar con Momo en apenas segundos, pero el argentino supo recomponerse y ofrecer un nivel también muy alto.